Si no controlas tu ambiente, el te controlará3 min read

Mihaly Csikszentmihalyi, el autor de Flow, escribió también un muy buen libro llamado “Creativity” en el cual hizo una investigación exhaustiva para entender qué factores influían en los personajes más influyentes del planeta. Una de sus primeras conclusiones es fascinante: el ambiente. El ambiente es el factor más influyente en la creatividad de una persona.

Un ambiente creativo, produce personas creativas. Y no al revés.  Si el ambiente en el que nos movemos no es propicio para la creatividad, es más fácil que cambiemos el ambiente, a que nos cambiemos a nosotros, para ser más creativos.

El entorno en el que nos movemos tiene un profundo impacto en quienes somos, especialmente cuando este es consistente en el tiempo. Aunque el ambiente no es el único factor decisivo, sí es un factor primario. En una familia donde todas las personas son pesimistas, es probable que un nuevo integrante en la familia sea pesimista. En una universidad donde todos son mediocres, es posible que sus nuevos estudiantes, lo sigan siendo; en una que ha graduado muchos ganadores del premio Nobel, es posible que siga sacando estudiantes que lo ganen.

J.J. Thomson ganó el premio Nobel de física en 1906, fruto de su trabajo con gases, electrones e isótopos (él fue el descubridor del electrón). Pero lo más sorprendente de su destacada carrera es que, de sus estudiantes, 55 se volvieron estudiantes en las universidades más prestigiosas de la Tierra, 27 fueron admitidos en la Real Sociedad Británica y 7 fueron galardonados con el Nobel también.

El ambiente, lo que nos rodea, nos moldea. Desde nuestra lengua, hasta nuestra manera de ver las cosas. Nuestra manera de pensar, nuestros valores, nuestros anhelos. Nuestras cosas buenas y malas, todas están influenciadas por el ambiente. No es poca la responsabilidad que los padres tenemos sobre darles un ambiente propenso a pensar y crecer a nuestros hijos, ese ambiente tendrá un impacto alto en sus vidas.

Durante gran parte de nuestras vidas el ambiente lo construyen los padres, la escuela, y una serie de factores en los que tenemos poca voz y voto. Para bien o para mal, ese ambiente inicial no lo elegimos nosotros. Pero, conforme pasa el tiempo, nosotros vamos teniendo más y más influencia sobre nuestro ambiente. Hasta un punto en el que lo controlamos en su mayoría.

Qué estudias, dónde trabajas, qué amistades tienes, de qué te rodeas todos los días, esas son cosas que dependen de ti. Bueno, o deberían depender de ti.

Y volvemos al tema de la responsabilidad y el compromiso. Puedes elegir hacerte el loco y no ser dueño de tu ambiente. Puedes. Pero entonces tu ambiente será quien te construya a ti, y no al revés. Si dejas que tu ambiente sea quien te gobierne, serás lo que es tu ambiente, y es probable que te conviertas en un clon. En uno más.

¿Qué características de tu ambiente son buenas, y debes dejarlas? ¿Puedes encontrar deep work en tu entorno? ¿Tienes muchas distracciones?¿Es el tuyo, un hábitat saludable? ¿Son tus amistades positivas? Piénsalo. Cambios pequeños en tu ambiente, pueden representar grandes cambios para ti.