Pasos para lograr cualquier meta7 min read
Cuando hablamos de liderazgo personal, necesariamente debemos hablar de metas. Ya hablamos antes de la importancia de las metas y de los ingredientes de una buana meta, y seguramente estaremos hablando más acerca del tema, porque las metas son una parte clave en una buena vida. Para vivir bien no podemos vivir a la deriva, y el modo de no vivir a la deriva es vivir a través de metas. Como todo lo que hemos expuesto, normalmente este es un proceso, vivir en base a metas es un camino de aprendizaje, de prueba y error.
En su libro Goals, Brian Tracy propone una secuencia de doce pasos necesarios para cumplir cualquier meta. Nos basamos en su metodología en este post, aunque es importante resaltar que este proceso se puede utilizar como base, y ya cada uno lo irá personalizando en base a lo que le funcione mejor: todos somos personas distintas y hay cosas que nos funcionan mejor que otras.
1. Tener las ganas o deseo.
Lo que deseas lograr con una meta debe necesariamente ser originado en un sueño, en un anhelo. Algo que realmente deseas hacer, algo que te genera una intensidad interna especial, algo que deseas con todas tus fuerzas. Sin este deseo no tendrás la garra, el tesón, la persistencia para completar debidamente los otros pasos. Por eso, antes de proponerte cualquier meta debes preguntarte ¿qué tanto deseo lograr o hacer esto o lo otro? Asegúrate que siempre sea algo que te inunda de ganas por hacer, que no sea un capricho, porque sino comenzarás a llenarte de penas muertas que acumularán culpa.
2. Creer que tu meta es alcanzable.
En el mundo de la psique humana creer es poder. Para lograr cualquier meta debes estar convencido que la puedes lograr. En esto tienes que tener mucho cuidado, porque hay cosas que simplemente no se pueden lograr (traspasar una pared, volverte jugador de fútbol profesional a los cincuenta años, etc.) pero la línea que divide lo posible de lo imposible es muy sútil, debes lograr diferenciarla. Hay cosas muy difíciles de lograr, pero que SÍ se pueden lograr.
3. ¡Escribe tu meta!
Este paso es fundamental. Mejor si la escribes en papel. La escritura es un proceso neuromotor que enciende tu sistema consciente e inconsciente para comenzar a funcionar de manera que te acerque a tu meta. Escribe tus metas, escribe tus metas, -insisto- escribe tus metas. Tenlas siempre cerca, míralas con frecuencia, al levantarte, al acostarte, ten una copia en tu billetera o bolso. No puede pasar un medio día sin que leas tu meta.
4. Determina tu punto de partida.
Para saber qué tienes que hacer para lograr tu meta, debes primero identificar dónde te encuentras. Si quieres ir a Centroamérica lo primero que tienes que hacer es discernir si estás en Norteamérica o en Sudamérica, porque dependiendo de esto te convendrá tomar un rumbo Sur o un rumbo Norte. Sé sincero contigo mismo en este punto, no te engañes. Engañarte sólo hará las cosas más difíciles. Aprovecha un rato a solas y escribe en un papel dónde estás en relación a tu meta. Incluso hay personas que al escribir dónde están se dan cuenta que ya llegaron a su meta, o que su meta no es lo que realmente desean.
5. Determina por qué lo quieres.
Mientras más razones encuentres para obtener tu meta, más deseos tendrás de cumplirla. Toma un papel y comienza a pensar en todos los motivos que te convenvieron para desear la meta con tanto fervor. Se claro, específico. Imagina tu vida una vez esa meta esté cumplida, imagina los avances que tendrás, imagina lo bien que te sentirás una vez hayas obtenido la meta que deseas tanto.
6. ¡Ponle fechas de vencimiento!
En lo personal, luego del paso 3, el más importante este. Dos razones principales: la primera es que una meta sin fechas es más bien un sueño, es algo que sería bueno alcanzar, pero no involucra ningún timpo de compromiso. Segundo porque es muy imporante saber poner las fechas de cumplimiento. Alguien decía que no hay malas metas, sino que hay malas fechas para metas. Es importantísismo que el plazo que pongas a tus metas sea factible, pero a la vez procura que no sea demasiado amplio.
¿Qué pasa si no cumples el plazo? Revisa y ponte un nuevo plazo! Que esto no te vote, que esto te incentive y te enseñe a afinar tu manera de definir plazos.
7. Identifícia los obstáculos que aparecerán.
Las metas involucran movimiento del punto A al punto B, y en ese trayecto necesariamente habrán obstáculos. No te engañes, una meta sin obstáculos no es una meta. Generalmente uno de los más grandes es la procrastinación: es muy fácil ponerse metas, es muy díficil ser persistente para lograrlas. Haz una lista de todos los posibles obstáculos que te aparecerán, y a la vez formula una estrategia para superarlos. Si sabes que vendrán, y sabes como sortearlos, será mucho más sencillo vencerlos cuando aparezcan y no te vendrán por sorpresa.
8. Determina las habilidades y conocimientos nuevos que tendrás que adquirir.
Como dice un anuncio de televisión, muchas veces la travesía es lo mejor del viaje. Un efecto secundario de muchas metas es que te hace obtener nuevas habilidades y conocimientos, lo que hacen que seas mejor persona. Si quieres volverte un experto en tu área haz una lista de las cosas que tendrás que aprender, dónde aprenderlas y con quien. Si ahora quieres ser gerente, busca donde puedes volverte un mejor lider, si quieres ser capitán de tu equipo busca cursos de manejo de equipos.
9. Identifica a las personas claves.
Casi cualquier cosa que deseemos realizar involucra directa o indirectamente a otras personas. Haz una lista, de esas personas: pueden ser tus familiares, tu espsoa, tus hijos, tus compañeros de trabajo, de grupo, etc. Piensa en la mejor forma en la que te pueden ayudar: a veces ayuda compartirles la meta, pero generalmente no. Incluso a veces estas personas claves ni las conoces: si quieres una nueva carrera un consejero es una persona clave, ve y búscalo; si quieres hacer ejercicio, un entrenador; si quieres aprender a tocar piano, un instructor.
10. Haz un plan que incluya todo.
Ninguna meta seria se realiza sin un plan. Y planear es difícil, es hacer un resumen con fechas, procesos, personas que incluyan todos los puntos anteriores. Un buen plan es un gran avance, un mal plan es casi una condena para tu meta. Dedícale tiempo a tu plan, busca las mejores formas de hacerlo. Incluso arma dos planes y escoje el mejor.
11. Visualiza tu meta frecuentemente.
Ponte a soñar por ratos, cierra los ojos y piénsate logrando la meta. La visualización es una de esas habilidades escondidas que son sumamente poderosas. En muchas ocasiones es el as bajo la manga de grandes atletas y profesionales de todas las áreas. Aprende a visualizar. No lo hagas con sueño, hazlo en momentos relajados, con los ojos cerrados y observáte el momento o día en el que cumples tu meta. Siente. Mira. Huele. Escucha. Analiza tus emociones en ese momento.
12. Comprometete a no rendirte.
Una vez completados los pasos anteriores has un serio compromiso contigo mismo a cumplir tu meta, no importando cuanto te cueste. Mientras más difícil mejor. Hazte psicología para pensarte en los momentos difíciles -que los habrán-, en los sacrificios que tendrás que hacer, en las cosas a las que renunciarás por tu meta. Se serio en este compromiso.