Haz el trabajo2 min read

Haz el trabajo.

Do the job. Aunque sea aburrido. Aunque no tengas ganas. Aunque creas que hay otras cosas más interesantes por ahí. Aunque te caigan mi tentaciones por todos lados.

Haz el trabajo, hazlo hoy. El de ahora. No el de mañana. No el que estás planeando hacer. No, haz el del cual ya planeaste. Estás en modo ejecución. Estás haciendo.

Si no tienes claro qué es lo que hay que hacer, comienza por la tarea a la que más aversión le tienes. Por algo es que no la quieres hacer. Usualmente, esas que esquivamos son las más necesarias, y las que dejamos al aire.

Termina esa tarea. Y la siguiente. Encuentra la secuencia. Si no la haz definido, defínela. Tarea tras tarea. Al poco tiempo tendrás muchos eslabones en la cadena. Pasado aun más tiempo tu cadena será más larga. Y sin que te dieras cuenta, habrás terminado algo grande. Un eslabón de otra cadena aun mayor.

La receta es simple. Haz el trabajo. Hoy. Ahora. En cada ahora que tengas. De frente. Desarrolla el músculo del ahora. De hace aquello que evitas. Te fatigarás. Te estresarás. Sentirás que es difícil. Te dolerá. Muchas veces lo harás mal. Pero aprenderás. Y si sigues la secuencia, lo intentarás hacer mejor o diferente. O mejor y diferente. Sigue haciéndolo.

No hay otro modo. Olvida los libros. Olvida los podcast. Olvida los consejos. Haz lo que tienes que hacer. Corta las otras distracciones. Haz lo que tienes que hacer. Si puede hacerse offline, aun mejor.

Casi seguro que puede hacerse offline. No necesitas ChatGPT. No necesitas hacer una investigación exhaustiva. Tienes lo necesario en tu mente, o en tus notas. Hazlo. Luego, si hace falta, que te ayude la tecnología. La base la pones tu. No buscas algo sofisticado. Buscas algo que funcione. Buscas la eficacia antes que la eficiencia.

No te distraigas. Haz el trabajo. Hazlo hoy.