Si la vida te da limones…
Si la vida te da limones, hazte una limonada. No, no, no. ¡Es al contrario! Si quieres una limonada, busca limones, o si quieres naranjada, naranjas, en la segunda actitud hay un propósito, en la primera no. Aunque hay ocasiones en las que las opciones que tenemos en la mesa
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